Los centros de transformacion (CT) son en cierto modo subestaciones eléctricas que reciben energía en alta tensión y en media tensión a través de la red de distribución y la transforma en baja tension para ser utilizada por los usuarios finales de la energía en hogares, industria y en general para el uso que acostumbramos a hacer de ella en el día a día. Por ello son de gran importancia.
Cuando observamos ciertas construcciones antiguas en forma de torre, de caseta grande o pequeña e incluso como una gran casona sin ninguna estética y una sola puerta y sin ventanas, se trata de antiguos centros que ya apenas si existen a lo largo de la extensión de la red eléctrica porque se han renovado. Suelen estar alejados de las zonas urbanas para evitar que el personal no cualificado entre en contacto con dichas instalaciones.
Este elemento forma parte de la estructura de la red y su núcleo principal es el transformador o también autotransformador según el caso. En un centro se puede dar que trabajen más de uno y no existe limitación de potencia total con la que trabaje el centro ya que cada transformador alimenta a un conjunto de líneas y no trabajan en paralelo sino mediante celdas de entrada de líneas separadas. Por lo tanto, todos los elementos de los centros para convertir energía en baja tension se hayan alojados en el interior de este edificio un tanto singular destinado a albergar los transformadores.
Hay empresas cuya actividad industrial se desarrolla construyendo estos centros prefabricados, siendo éstos metálicos o de hormigón con envolvente metálica. En muchos casos son los que vemos en ciertas zonas que pueden estar alejadas o cercanas de los núcleos urbanos dependiendo de si son de nueva instalación o más antigua. El local donde se albergan debe cumplir con una serie de características según las normativas actuales de seguridad y precaución.
Y es que las inspecciones periódicas que establece la ley tiene el objetivo de poder anticiparse a posibles fallos futuros que los técnicos pueden resolver sin ocasionar molestias a los usuarios, ni pérdidas económicas a la empresa eléctrica en cuestión. Así, gracias a las revisiones de los centros de transformacion y a la labor de los especialistas, éstos pueden certificar la seguridad de estas subestaciones, así como la de los usuarios y los mismos técnicos que tienen que estar en contacto directo con ellas.
