(CNNMoney) – Podría haber un buen número de asientos vacíos en los Juegos Olímpicos de Río de este verano.
Con solo la mitad de las entradas vendidas y a solo cuatro meses de la competición, el nuevo ministro brasileño de Deportes, Richardo Leyser, está estudiando la manera de aumentar la venta de entradas.
Dijo al diario brasileño Folha que el gobierno brasileño puede comprar boletos que serán distribuidos a las escuelas públicas y que los funcionarios públicos también deben trabajar para aumentar la confianza en todo el mundo en la capacidad de Río como sede de los Juegos y garantizar la seguridad de los viajeros.
Van a tener que trabajar para aliviar los temores sobre más de un tema.
El país se encuentra en medio de una agitación política y protestas masivas, y los legisladores están considerando actualmente una solicitud para enjuiciar políticamente a la presidenta Dilma Rousseff.
Leyser fue elegido para reemplazar al exministro de Deportes, quien renunció hace unos días.
La economía del país también está colapsando, sufriendo la peor recesión en 25 años.
Tampoco está claro si la construcción de las instalaciones olímpicas estará terminada ya que los organizadores se han enfrentado a problemas de financiación -el presupuesto se redujo en 500 millones de dólares en enero-.
Y hay preocupación de que el Brasil no será capaz de atraer a los turistas a los Juegos debido a los temores por las altas tasas de criminalidad y terrorismo. Brasil planea usar el doble de los agentes de seguridad que se utilizaron durante los Juegos de Londres en 2012.
Los atletas y expertos en salud han expresado su preocupación por el virus del Zika, transmitido por mosquitos, e incluso han presionado para que los Juegos se puedan posponer. Las autoridades brasileñas se han opuesto a la idea.